lunes, 17 de diciembre de 2012
Se ha publiucado el Libro homenaje a la profesora Martia Luisa Picklermer,(In memoriam) que cordinan los profesores de la Universidad de Granada M.A. Nieves Muñoz Martín y Jose A. Sánchez Marínpot la Edit. Centro de Estudios Clasicos e Humanisticos de Universidad de Coimbra.
En dicho volumen se publica un articulo del historiador D. Lorenzo Padilla Mellado, cuyo titulo: Memorial de don señor Pedro González de Mendoza al rey Felipe Tercero en razón de la expulsión de losmoriscos con el oficio y misa. pp.309-330.
domingo, 9 de diciembre de 2012
PRESENTACION LIBRO DE EL PADUL
Lo primero que
quiero hacer es agradecer a todos los asistentes su presencia en esta mañana
fría de invierno a la presentación de este libro. Y un agradecimiento especial
al alcalde Don Manuel Alarcón por haber confiado en mí y haber apostado para
que este libro llegara a terminarse este año y su publicación en forma digital
a la espera de que en tiempos venideros con más prosperidad para las
instituciones locales se puedan tener algo más de dinero para temas culturales
y llegar a su publicación en papel.
Esta clase de
estudios locales nos permiten conocer con una mejor comprensión las pequeñas
historias de pueblos que con sus desconocidas pero importantes gestas fueron
capaces de ayudar al engrandecimiento de la monarquía española y su expansión
territorial.
No voy a extenderme
en el contexto histórico para no cansarles demasiado y no hacerme muy pesado,
solo indicarles que después de la expulsión de los moriscos del reino granadino
tras la guerra que enfrento a castellanos y antiguos habitantes de origen
musulmán, los pueblos y campos de la
Vega, Alpujarras, Valle y Sierras la despoblación fue tal que
se inició por parte de la monarquía un plan para la repoblación de todos los
lugares abandonados y casi deshabitados.
Como en el resto de los pueblos del Valle, la crisis demográfica en El
Padul fue tremenda.
A la destrucción
de los cultivos y viviendas a causa de la guerra, se añadió el auténtico
desierto humano que inicialmente representaba la repoblación. Las cifras hablan
por sí solas, de los 724 habitantes que tenía el Padul en 1568 pasaron a 232 en
1587.
-
En
tiempo de moriscos había 181 casas habitadas
-
Tres
molinos de aceite útiles
-
Un
molino de pan
-
Un
horno de pan
En primer lugar
se procedió al alindamiento y amojonamiento con las poblaciones con las que
partía raya: Durcal, Cozvijar, Conchar, Abuñuelas, Dilar, Jayena, el Quempe y
Otura.
Seguidamente se inició
el reparto de las haciendas y casas del término. Se repartieron:
-
2578
marjales de tierra de riego
-
540
marjales de olivar
-
1672
marjales de viñas
-
37.688
marjales de tierra de secano en las que se siembran 4.239 fanegas.
-
De
las 181 casas que habia en tiempo de moros se quedaron en 60 moradas para
cristianos nuevos pobladores
Las tierras de
riego se regaban con aguas de la
Fuente principal, Fuente de Tabernas y otras fuentes de menor
importancia situadas en el término, y con el agua de una acequia que se saca
del río Dúrcal, que se parte con Durcal y Cozvijar en turno por días a la
semana.
De hoja de cría
de seda hay muy poca pues casi todos los morales están talados.
También en el término
de El Padul se comprendían muchas tierras de baldíos:
-
Tierra
donde se coge esparto que es capaz de surtir a la ciudad de Granada en sus
necesidades.
-
La
laguna y el Margen se sirve para pastos de vacas y coger anea con la que
algunos vecinos sacaban hasta 60 ducados al año.
-
Esta
laguna se podría desaguar por el río Cozvijar que va a dar al río Dúrcal y que
costaría más de 10.000 ducados.
Para llevar a
cabo la repoblación a El Padul el Consejo de Población ordenó que estas tierras
se repoblaran con 60 nuevos vecinos, procediendo a sortearse los lotes o
suertes que debían entregarse a cada repoblador. Cada una de las suertes
repartidas estaban constituidas de la manera siguiente:
- 1 casa.
- 20 marjales de
tierra de riego.
- 24 fanegas de
tierra de secano de labor.
- 5 marjales de
viña.
- 150 olivos.
- 2 morales.
Por la casa
pagarían un real de censo en cada un año y por las tierras la decima de todos
los frutos que recogieran en ellas, excepto de los morales que sería la quinta
y de olivos la tercia. Esto durante los primeros 10 años.
El origen de
estos nuevos pobladores será mayoritariamente andaluces (de Jaén y Córdoba)
siguiéndole los procedentes de la
Meseta Sur (donde destacan los originarios de Cuenca y
Toledo), después los gallegos y, finalmente, los de la Meseta Norte
(Valladolid, Burgos, Santander). También llegaron repobladores aislados de
Extremadura y de otros rincones.
El fundamento
jurídico de la recolonización fueron sendas cédulas de fecha de 26 de diciembre
de 1570 y de 28 de marzo de 1571. Los primeros repobladores empezaron a llegar
en 1572. Probablemente, entre ellos figuraría también parte de la guarnición de
tres mil hombres de Don Juan de Austria, que se quedaron en las fortalezas de
Lanjarón y Órgiva y 84 puestos fuertes más tras la guerra de las Alpujarras.
Para la
repoblación de los lugares que se había que repoblar como antes se ha dicho, se
crea un Consejo
de Población y se dictan una serie de normas y condiciones a que estarán sometidos
los nuevos pobladores. También por hallarse la mayoría de las casas y haciendas
destruidas y en mal estado de conservación, se dicta un Auto para conservar las
casas maltratadas, según Provisión Real de 29-12-1592.
Los repobladores
del Padul debieron enfrentarse desde el momento de su llegada a la
tarea de reparar
o volver a construir la casa que contenía su suerte. El Libro de Apeo de el
Padul es muy ilustrativo y al dar noticia de la calidad de la casas lo hace con
los términos destruida, caída, hecha pedazos, inhabitable, y aplica uno de
estos términos a 181 casas, que se estimaba podían existir en el pueblo en
tiempos de moriscos
“Casi todas
las dichas casas y molinos están desbaratadas, quitada la madera, y las paredes
que quedan, como se les quitó la trabazón de la madera y ellas eran de tapias,
están amenazadas de ruina; serán siete u ocho las que se habitan por tener
algún aposento que quedó sano, y, para poderse pasar el invierno, tiene
necesidad de reparar”.
Y es que el
problema, estribaba en las condiciones sociales y económicas de los repobladores,
que se manifestaban en unas peculiaridades muy concretas: su extremada pobreza,
escasos medios de producción y carencia de aptitudes para los trabajos que
debían emprender, desconocimiento de su nuevo medio y sistemas de cultivo,
falta de identidad como comunidad al no tener tradiciones comunes.
El proceso de
sincronía hombre-medio no se produjo de forma inmediata. Serian necesarias
varias generaciones para que esa relación fuese fluida y El Padul reencontrara
su identidad como pueblo.
La inseguridad
de los lugares a repoblar fueron igualmente condicionantes negativos para
llevar a buen término la repoblación de estos territorios alpujarreños, siempre
en constante vigilancia de ataques del bandolerismo de los moriscos huidos a
las montañas, y de los piratas bereberes del norte de África que muy a menudo
se adentraban en el interior para hacer cautivos a los vecinos de estas
alquerías, y así pedir un rescate por sus personas.
La repoblación
del Reino de Granada fue un campo de experimentación bien abonado para lo que años más tarde
serían las milicias concejiles. Una condición que debían asumir los nuevos
vecinos asentados para poder disfrutar de tierras, con obligación de estar
armados y levantar fortificaciones a fin de defender el lugar repoblado.
Otras de las
condiciones eran la obligatoriedad de residir permanentemente en el lugar,
asegurando así la defensa y evitar la despoblación, ahorrando a la Corona grandes gastos en
pagar a una guarnición militar permanente.
Los Libros de
Apeo y Repartimiento son de capital importancia, tanto para el estudio de la
historia local como para el estudio de la toponimia y onomástica de los nuevos
lugares repoblados por gentes de otras latitudes españolas. También nos dan un
conocimiento del estado social y económico de estos cristianos viejos, ya que
en estos libros está contenida la realidad de la población que siguió a la
expulsión de los moriscos y el tránsito de una sociedad musulmana a una
sociedad cristiana. En ellos podemos estudiar el número de familias con que se
repobló cada población, su procedencia, cantidad de hacienda y árboles, en los
que destacan los morales, para la cría
de seda que se dio en posesión a cada uno de los vecinos.
sábado, 17 de noviembre de 2012
El día 22 comienza el Congreso en Mazarrón (Murcia) en el que historiadores e investigadores se estudia de las Universidades españolas estuian el siglo XVI y la monarquia de los Austrias. En el mismo yo presento una comunicación que el sabado 24 que lleva por nombre:
LA HISTORIA LOCAL EN EL IMPERIO GLOBALIZADO DE FELIPE II. La repoblación de Yátor según el Libro de Apeo, condiciones y repartimiento de suertes y demás instrumentos de la población del lugar de Yátor, partido de las Alpujarras.
lunes, 17 de septiembre de 2012
Libro de Apeo y Repartimiento de la Serrania de Ronda Faraján y Balastar, 1572.
Estoy en la trascripción del libro que tiene 152 folios y aporta datos muy interesantes para la historia de la comarca de Ronda. Para el año que viene estará terminado y tratare de publicarlo, si puedo con la colaboración del Ayuntamiento. Este mes de Septiembre si se puede lo presentare en el III Cogreso de Historia de Archivos de Ronda y la Serranía que se celebrará durante los días 27, 28, 29 y 30
miércoles, 15 de agosto de 2012
Ayer día 15 de Agosto fue presentado en Yátor el Libro de Apeo de Repartimiento de las Suertes. Año 1576. Asistieron el Alcalde de Cádiar Francisco Cañizares. Juan Cobo que hizo la presentación del autor del libro y el historiador Lorenzo Padilla que hizo un resumen de la importancia de estos libros para conocer la sociedad y economía de estos pueblos tras la expulsión de los moriscos.
miércoles, 8 de agosto de 2012
viernes, 6 de julio de 2012
miércoles, 4 de julio de 2012
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