Un pequeño rsumen del articulo:
La línea fronteriza que separaba el Reino de Granada con Castilla, con más exactitud en la marca de Alcalá la Real, Locubín, Alcaudete, Mures perduraron sin grandes cambios a lo largo de la última centuria de la Edad media, diversas instituciones encargadas de arreglar diversos asuntos diplomáticos, políticos y militares entre loas reinos de Castilla y Granada. En ella se llevaron a cabo grandes acuerdos de una extraordinaria importancia para la historia política, económica y cultural de Castilla. Durante más de dos siglos esta frontera fue la zona de intercambio entre dos mundos muy distintos, el cristianismo y el musulmán, que se reparten de un modo desigual y en un permanente desequilibrio.
En
esta frontera se establecieron numerosas influencias reciprocas a lo largo del
tiempo. Se fueron organizando instituciones muy singulares, como fueron el Juez
entre cristianos y musulmanes y los fieles del rastro. En su territorio se puso
de manifiesto un nuevo arte de hacer la guerra, así como una nueva arquitectura
de defensa y a su vez se llevaron a cabo nuevas estrategias militares.
Los
alfaqueques nacieron y se desarrollaron en la frontera, en la que con mayor
ejemplaridad se llevaron a cabo las relaciones entre cristianos y musulmanes.
Otra de estas instituciones fueron los Jueces o Alcaldes entre cristianos y
moros, cargos que se preocuparon por ser justos con los enemigos, dirimir las
querellas entre castellanos y granadinos en la frontera, empeñados en
establecer un común acuerdo que beneficiara a ambas partes.
Debido
a estas relaciones humanas entre ambas partes se irían desarrollando por encima
de la incompatibilidad religiosa unos fenómenos muy delicados y significativos
de comprensión, tolerancia y amistad.
Todo
ello se puede recoger en multitud de documentos que nos informan de esta vida
tan singular que se desarrollaría en esta frontera imaginaria, llena de vigor y
de color, de finura y cortesía, que contribuyó como una simbiosis de la unidad
y grandeza de España.
Es
el caso de un documento localizado en el Archivo Histórico de la Abadía del Sacro
Monte, que a pesar de estar conservado fuera del lugar idóneo para la
importancia de éste, se nos relata de una manera muy breve y clara las
relaciones que se mantuvieron por ambas partes representantes de los reinos de
Castilla y Granada con el fin de establecer las cuentas pendientes de los
alfaqueques en la frontera de Jaén y Granada.